sábado, 3 de abril de 2010

Regreso

Son tus manos las que se aferran a mi cintura, tus labios trazan un beso fuerte y apasionado, recorres mi cuerpo, avanzas por mis cabellos, y te embelezas con mis muslos, si estuvieramos solos seguramente estaríamos tirando en mi cama o quien sabe quizas en el suelo o las paredes.
Gimo, no necesitas penetrar mi cuerpo para deleitarme de placer, te necesito, anhelo poder ser tuya en aquel instante sublime, no soporto la idea de que aquel momento sea un mero intento de mi mente por querer satisfacer mis deseos, sin embargo al abrir mis ojos eres realmente tu el que me besa, el que toca mis pechos, el que me hace vibrar.
Me dejas, me invitas a pasar la noche contigo.
Depende digo
De que dice él
De que seas real...



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